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sábado, 30 de noviembre de 2013

Pescador de palabras


Cuando las palabras dejen de ser palabras
Cuando las frases dejen de ser frases
Cuando el fuego deje de ser amor y la luna muerte
Tu mente se preguntará
¿Cuántas palabras habré llegado a escribir?
¿Y a pronunciar?
¿Cuántas veces habré regalado un “te quiero” y cuántas me lo habré callado?
¿Cuántas veces me habré tumbado en la cama
 con el único propósito de desprender lágrimas desoladoras;
 rebosantes de palabras transmitiendo  ira, arrepentimiento, ilusiones perdidas y esperanzas fingidas?
¿Qué quiero ser yo en la vida?
¿Una palabra o una letra? ¿Una estrofa o un verso?
No. Yo quiero ser poesía
Quiero ser una historia escrita en papel desgastado por los años que algún día alguien leerá.
Quiero enamorarme de los eternos etcéteras y no de los punto y final.
Quiero navegar entre mares de palabras y sumergirme en océanos de versos.
Quiero demostrar al mundo que lo escrito nunca es olvido.
Vidas que son ríos, golondrinas que no ven la llegada de la primavera.
Barcos pirata y besos de fresa.
Eso quiero ser yo.
Jugar con las palabras estremeciendo hasta las entrañas del más indeseado.
Devolver el brillo a esa mirada ausente perdida entre cicatrices profundas.
Sembrar esperanza en esas manos blanquecinas y suaves como la nieve misma.
Revivir  ese corazón cansado de subsistir en un mundo sin sentido.
Recuperar la sonrisa en tu rostro que el frío invierno se llevó.
Recordar ese mensaje que un día me llenó el alma junto con el corazón.
Eso pretendo que mis poesías transmitan.
Que cada verso nos haga razonar sin pensar demasiado.
Que cese la monotonía y reine lo único e inesperado.
Que los destellos de tus sentimientos sean poemas escritos desde el corazón filtrándose en la mente,
 enviando impulsos a la mano y que acaben reflejados a través de un lápiz en una simple hoja en blanco.
Que lleguen a manos de un cuerpo ansioso de saber y comprender.
Y que por cada verso te recorra un escalofrío.
Como un marinero vagando entre la espuma de los mares más tenebrosos, así vivo yo.
Como una luz cansada de esperar a ser encontrada que quiere destacar, así pienso yo.
Como la luna regala su destello al mar, así escribo yo.