Vivo en
un mundo insalvable de tu amor,
En un
sentimiento aparentemente humano
Pero
alejado de lo que a mi cuerpo acostumbra.
Vago
errante cada día entre los recuerdos,
En los
que mi corazón se salía del pecho
Y mis
brazos no tenían suficiente fuerza para demostrarte todo lo que sentía dentro
Cantamos
bajo la lluvia que acaricia nuestros rostros,
Empapando
el corazón con afán de ganar.
Me pido
ser la primera en recordarte
Y la
última en olvidarte.
Estás
en cada esquina de mi vida.
En cada
calle,
En cada
rincón,
En cada
sueño.
Y te encuentro cada vez que me pierdo.
Vivimos
día a día evitando las despedidas
Soñamos
día y noche provocando encontrarnos
Estamos
enganchados a la droga del amor
Que se
lleva algo vital, nuestro corazón.
Negándonos
a aceptar que nuestra historia tenga final,
Ponemos
rumbo a tierra desconocida,
Allá
donde nadie más pueda llegar
Y solo
el cariño conozca los compases de nuestra canción.
Regalas
una estrella a nuestro firmamento
Y yo una sonrisa a ella cada anochecer.
Espero
tu mirada los desangelados días de invierno,
Y rezo
a Dios para que cuide tus sueños.
Como el
sol se agarra al mar,
Yo me
pierdo en el reflejo de tu amor.
Tu
pupila en mi pupila
Tu
sonrisa en mi sonrisa
Marcando
un vals que esta noche nos acompañará hasta la venida del sol.
El
tiempo se congela y mis labios arden,
Como
una llama avivada por la ilusión.
Mírame
con ron en la mirada
Mientras,
a ti, niño, te envidia el alba entre mis sábanas.
Juntos
calmamos mareas,
Provocamos
huracanes
e
incluso sueños
El
pilar de mi vida cuando mis ideas se derrumban
Mis
ganas de intentar tras fracasar
Y mi
gota de felicidad cuando las lágrimas piden libertad
Eso
eres tú,
Mi más
anhelado triunfo
Mi más
preciado tesoro
Que
descubro en cada palabra que se escapa entre tus labios
Tu y yo
nos debemos una vida entera
Sin
escusas ni complejos
Juntos
si nos lo proponemos podemos llegar a ser eternos.